¿Esa es la cuestión?
Nos hemos acostumbrado a fragmentar la realidad para asimilarla. Sí, pareciera que nos hemos acostumbrado a ver lo que tenemos delante, como si en vez de anteojos tuviésemos un largo tubo de esos en que se enrollan las telas, y a través de ellos pretendiéramos ver el mundo. Observamos ese cachito de realidad que el tubo nos permite ver e intentamos saber de qué se trata… A veces, lo comentamos con los que tenemos cerca, como para que nos ayuden a entender, pero los otros suelen ir también, con su propio tubo, miran y fragmentan la realidad a través de su propio tubo, y unos y otros nos preocupamos porque se hace difícil saber si eso que vemos es una columna peluda o la pata de un elefante… No es un chiste, que ojala lo fuera, pero no, no lo es. Vemos a los políticos y cada uno nos echa un discurso diferente. Pero, en realidad son diferentes, o acaso es el mismo discurso? Vemos la televisión y las imágenes nos llenan los ojos hasta saturarlos, quedamos atontados y anestesiados, es como si cada día tomáramos la pastillita de la Matrix. Una vez entontecidos convenientemente y con el respectivo tubo de cartón delante, estamos listos como para afrontar los supuestos debates nacionales que impulsan, tanto el gobierno como su funcional y graciosa oposición.
Es el caso que tanto ocupa a los medios actualmente, el de bajar la edad de la imputabilidad, o sea que, en una Argentina donde alguna vez los únicos privilegiados fueron los niños, poder juzgar como adultos a los pibes que delincan y que tengan menos de 16 años. En verdad, vivimos en un país agobiado por la estupidez, por la mentira y también, ahora por la droga. Porque ya no somos un lugar de paso sino que somos un mercado saturado de droga, un mercado en el que los estupefacientes juegan un papel en el mantenimiento del sistema de colonialidad encubierta, así como construyen poder político y condicionan la política partidaria. Muchos creen saber quiénes son los supremos responsables de esa Argentina en que impone su poder maléfico, la pirámide de la droga. La cumbre de esa pirámide sería bicéfala, una cabeza de la gorgona sería algo más que ministro y la otra, es la de un candidato a presidente de la República. Los pibes, en definitiva, son en buena medida las víctimas de ese sistema basado en la narco política, las víctimas y los victimarios, porque en ambos roles, tanto como víctimas de la droga como mano de obra del crimen organizado, permiten que la sociedad se entretenga y se enajene con la inseguridad, o se atemorice de manera conveniente a las necesidades del modelo productivo.
Aclaremos nuestro punto de vista, la inseguridad rural, los asaltos y robos a pequeños productores y particularmente el robo de ganado, sirven directamente al despoblamiento del campo y a la extensión de los monocultivos de soja que es lo que el sistema necesita. Es por ello que el gobierno es incapaz de resolver el problema y no destina recursos ni tampoco inteligencia, a combatir ese tipo de delitos, delitos que dejan totalmente abandonado a su suerte al poblador de las periferias urbanas y generalmente a los productores de alimentos por fuera de las grandes cadenas del Agronegocio alimentario. Y por otra parte, el delito urbano, también resulta útil al modelo productivo, porque atemoriza a la población, la paraliza y la conduce al individualismo y a levantar rejas en que encerrarse en vida, también, a desconfiar del vecino impidiendo de esa manera que se reconstruya la comunidad, y además, el delito gracias a la televisión, entretiene como gran tema de la política, cuando los temas de la política deberían ser otros, no los que alienten el morbo y los peores sentimientos de miedo o de hacer justicia por la propia mano, sino los de construir entre todos una sociedad más justa y más placentera.
Qué el tema más importante de la agenda política de la Argentina sea el de bajar la imputabilidad de los menores es uno de los grandes escándalos que esconden los verdaderos negocios que se cocinan entre bambalinas. Hoy son los menores, ayer fue el matrimonio igualitario, los procedimientos escenográficos y de manipulación, son similares y hacen a una política de constantes simulacros que, se renuevan de forma periódica. Según los medios, unas mil trescientas parejas han hecho uso de sus nuevos derechos matrimoniales. En total son dos mil seiscientas personas que resolvieron con seguridad una cantidad de problemas económicos vinculados con pensiones y en especial con tenencia de propiedades y herencias. El debate por solucionar los problemas de esas mil trescientas parejas paralizó al país, al menos entretuvo a la opinión pública durante semanas, dividió las aguas de la política, condujo a Bergoglio a ganar las calles con sus fieles como si se tratara del remedo de una cruzada, y le dio al Gobierno nuevos aires y la posibilidad de fortalecerse en sus discursos progresistas. Realmente nos toman por estúpidos. Ahora los diversos partidos se disputan para candidatos a los dirigentes y protagonistas mediáticos de los grupos militantes que participaron en las luchas por el matrimonio homosexual. Si a eso le sumamos el midachi santafecino, ¿alguien dudaría todavía, que estamos viviendo la continuidad del menemismo? ¿Que continuamos en la escuela del cholulismo y del vaciamiento de la política que Menem instauró?
Por detrás de todas las escenografías esta la existencia y la sinceridad del discurso de Qatar de la Señora Presidenta, que es la última realidad y la verdad de la milanesa de soja de un gobierno que por naturaleza trata de esconder las verdaderas razones y objetivos que lo conducen. Las cosas que la Presidente dijo en su gira por los países árabes en un viaje improvisado que algunos pretenden que más que viaje fue una espantada ante la tonelada de droga que se halló en un avión fletado desde el aeropuerto de Morón, fueron en realidad un viaje de ida... Una y otra vez hemos solicitado a muchos compañeros de la izquierda y del progresismo, que vean ese video, al menos para que sepan qué cosa es lo que apoyan, se lo hemos recomendado a sindicatos obreros y a movimientos campesinos, a intelectuales y a periodistas… no obstante ello, no hemos recibido un solo comentario que demuestre que alguno de los muchos que apoyan al Gobierno estén dispuestos a saber qué es lo que patrocinan, y a reflexionar sobre la posibilidad cierta de que se estén equivocando, y que en realidad, respalden aquello que alguna vez con un romanticismo que hoy nos conmueve, denominábamos la antipatria… Al video al que hacemos referencia se lo encuentra en Internet, con fecha 18 de enero y colocando simplemente: Cierre Seminarios de negocios en Qatar… Cualquiera puede bajarlo. Es de la Casa Rosada y se expone sencillamente y con crudeza, lo que hace muchos años venimos denunciando como grupo de reflexión rural y como programa Horizonte Sur.
Este gobierno ha sido la continuación inteligente del menemismo, ha sido el gobierno de quienes supieron aprovechar el desorden y la falta de horizontes del 2002 y 2003 para generar un proceso de restablecimiento de aquella Argentina politiquera y fraudulenta que pensábamos que había naufragado durante la fiesta del “que se vayan todos”. El descuelgue del cuadro de Videla, los discursos de izquierda y el respaldo de los organismos de derechos humanos son los ropajes necesarios a ese trabajo de gran restauración de una Argentina desfondada que se restableció en sus instituciones para poder llevar adelante el modelo del Agronegocio, la sojización con biotecnología y la producción de biocombustibles para los países centrales y ahora también para China, la nueva potencia emergente. Somos una colonia de nuevo tipo, una colonia que aprovecha los términos favorables del intercambio en los mercados globales para implementar amplios planes asistenciales con que subsidiar las empresas y a los desocupados del modelo. Algunos vivillos de la izquierda travestida que le dan color y discursos al nuevo colonialismo, tratan de persuadirnos de que en las nuevas relaciones del intercambio, deberíamos reinterpretar a Marx, porque no exportamos solamente comodities sino también, conocimiento, dado que los granos que producimos son genéticamente modificados y conllevarían una importante cuota de investigación y tecnologías previas a su producción en masa. Son los nuevos chamuyos de los progresistas serviles a las Corporaciones.
La realidad es que la crisis inmobiliaria y otras, han producido situaciones inquietantes para los grandes grupos financieros que no tienen territorios seguros donde aterrizar esos enormes capitales. Unas de las pocas zonas en que encontraban seguridad aunque pocas ganancias, eran las comodities y estamos hablando de la soja, de las materias primas y del petróleo, justamente las producciones que parece haberse dado la Argentina como rol, en los inicios del nuevo milenio, rol que no difiere del que tuviéramos en el siglo pasado, cuando llegó el peronismo al Gobierno para comenzar a cambiar las cosas… El problema es que al invertirse cuantiosos capitales financieros en los mercados de comodities, los precios se han disparado porque ya no se trata tan solo de producciones materiales, sino que, esas exportaciones se han transformado en especulación financiera. Por una parte los altos precios, aunque proporcionen ganancias gigantescas a los exportadores, parecieran ser asimismo, convenientes para nosotros porque aumentan las retenciones en las que el gobierno basa sus políticas asistenciales, pero también es verdad que la especulación sobre estos mercados ha desatado una terrible crisis alimentaria en el mundo, que, en realidad, es más una crisis de las comodities y de los mercados del agronegocio. Pero el hecho es que esa crisis de los precios en alza, está produciendo enormes conmociones sociales como en Bolivia, en Guatemala y ahora en todo el norte de África, ya en franca situación de rebeldía.
De nuevo como tantas otras veces los pueblos se alzan en nombre de la Justicia y conducidos por un sueño revolucionario. El desafío es actualmente el de cómo fundar las nuevas propuestas, cuando el paradigma de izquierda, que marcara los años sesenta setenta ya no está en vigencia y en muchos casos ha proporcionado los cuadros para los gobiernos títeres de las Corporaciones contra los que los pueblos se levantan. Esos gobiernos como en el caso argentino y también, en el de Egipto, se encubren asimismo en los ropajes de los viejos procesos de Liberación nacional como el peronismo o el nasserismo, a los que han traicionado y desvirtuado sistemáticamente. Se hace necesario entonces, abrir intensos debates sobre estos temas para que los jóvenes comprendan la naturaleza extorsiva y fraudulenta de los sectores intelectuales que proporcionan el respaldo y la apariencia popular a las nuevas administraciones. Es nuestro compromiso y es también nuestra tarea.
Jorge Eduardo Rulli
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